Retales.. pinceladas de mi vida como madre... un compendio, espero que no muy anárquico, de videos, artículos, libros, imagenes, música, viajes, gastronomía, olores, sonidos ... que forman parte de mi identidad y también de la mis hijas.



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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Pena

Ser madre adoptiva implica una evolución y un manejo de mis sentimientos.... va poco a poco... subes te paras, reflexionas... ante todo continuas.
Hay libros que he comenzado... y los he tenido que dejar de leer... la tristeza, la responsabilidad me sobrepasaban.... pasado un tiempo volvía a ellos...... a digerir algunas cosas y a aprender casi siempre....
Pero hay veces... que determinados libros artículos... me producen una enorme pena... una pena con mayusculas...

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/14/espana/1292339055.html


Una carta de renuncia de un hijo, una partida de nacimiento manipulada, un médico que sigue en activo y una supuesta madre que se desentiende de lo ocurrido. Son los ingredientes de la historia de Miguel Morro, uno de esos niños que cambiaron de manos de forma irregular en los años 60. No lo supo hasta hace cuatro años, cuando superaba ya los 35.


"Mi madre decía que fue cosa de mi padre, que un día llegó a casa conmigo en brazos, como quien lleva a un perro, y ella nunca supo cómo se hicieron las cosas""En el bautizo de mi hijo, mi mujer y yo decidimos regular nuestra situación e inscribirnos como matrimonio por lo que pudiera pasar", cuenta. Fue entonces cuando se desencadenó su historia. "Completamente en broma, el cura le dijo a mi madre 'Venga, vamos a casar a tu hijo, porque es tu hijo, ¿verdad?'". Una pregunta sin mala intención que hizo que en la cabeza de Margarita, la que hasta entonces Miguel creía su madre, saltasen las alarmas. "Empezó a agobiarse y a pensar que todo el mundo sabía la verdad, así que un día me sentó en la butaca de las visitas de casa y me lo contó todo", recuerda Miguel.


Todo es que le habían comprado a otra mujer en 1965 a través de una clínica privada de Palma de Mallorca. Y hay un papel que lo certifica. En él, una mujer renuncia a su bebé -Miguel-, con su cuñado como testigo. "Al parecer, mi padre le exigió que firmase ese papel para evitar problemas después", cuenta Miguel. Y lo consiguió. No volvieron a saber nada de la madre natural hasta ahora, cuando el interesado ha decidido buscarla.

Una vida ficticia con un hijo inscrito como natural


Partida de nacimiento de Miguel, en la que no figura como adoptado.


"Cuando me enteré de la verdad me sentí engañado y con mucha rabia. Además, mi madre no quiso contarme nada. Decía que fue cosa de mi padre, que un día llegó a casa conmigo en brazos, como quien lleva a un perro, y ella nunca supo cómo se hicieron las cosas". El padre se murió a los dos años de nacer Miguel, por lo que tampoco ha podido recurrir a él en busca de luz. "Trabajaba en una constructora y tenía bastante dinero. Según pone en el recibo de la clínica en la que supuestamente nací pagaron 5.000 pesetas como gastos del parto. Pero estoy seguro de que fue mucho más. Además, por esa época mi padre viajaba mucho a Madrid, creemos que iba a la clínica San Ramón -centro salpicado por un escándalo de tráfico de niños que dejó centenares de afectados a finales de los 70 y principios de los 80- para intentar arreglar allí lo del niño", cuenta Miguel.
Y prosigue: "A los días de tenerme, vendieron la casa y se mudaron a otro barrio en el que no les conocían para empezar allí como una familia normal. Nadie sabía que mi madre no había estado embarazada".

""La historia de Miguel se diferencia de la de otros niños robados -entre 200.000 y 300.000 personas, según las investigaciones de abogados-, en que la madre dio el consentimiento para el 'traspaso' del pequeño. Tanto ella -de la que se desconocen sus circunstancias personales en aquella época- como los adoptantes accedieron al trato, que se concretó en la antigua clínica Rotger, un centro privado hoy remodelado en otro lugar de la isla. Pero las irregularidades existen: el bebé fue inscrito en el Registro Civil como hijo natural. La adopción no fue legal y la forma de llegar a ella, tampoco.


"En mi partida de nacimiento figura que nací en agosto de 1969 en ese centro y el nombre del doctor y la matrona que supuestamente trataron a mi madre", cuenta Miguel. La mujer ya se ha jubilado, pero el médico sigue en activo, así que decidió ir a verle en busca de datos. "Me contó que sí, que la factura era la que se hacía por los partos en la clínica, pero que no se acuerda de nada. No está dispuesto a contar nada".


Pendiente de una prueba de ADN

"Tampoco es que quiera pasar la Navidad con esa mujer que se supone que es mi madre, pero tengo derecho a saber qué pasó conmigo"Impotente, Miguel recurrió a los servicios de un detective privado, quien, apoyado por peritos caligráficos y siguiendo el nombre y la firma que aparecían en la carta de renuncia de la mujer, la han localizado en un pueblo de Córdoba. Miguel no dudó y en seguida se puso en contacto con ella. Sin mucho éxito. "La llamé por teléfono y se puso su hija -¡resulta que también tengo una hermana!, luego habló ella y me dijo que no sabía de lo que le estaba hablando y que la dejara tranquila". Así que decidió ir a verla en persona. "Al verme se quedó muy preocupada, pero me volvió a repetir que no sabe nada".


Frustrado, Miguel ha decidido recurrir a la justicia y se ha sumado a la causa colectiva que Anadir -Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Ilegales- presentará ante la Fiscalía el próximo 27 de enero. Su objetivo es que se obligue a la mujer a hacerse una prueba de ADN que establezca si efectivamente es su madre.
"No he querido mover legalmente nada hasta que mis padres hubiesen muerto. Al fin y al cabo, son los que me han cuidado siempre y no quería que pareciese que voy contra ellos. Y tampoco es que quiera pasar la Navidad con esta mujer que se supone que es mi madre, pero tengo derecho a saber qué pasó conmigo, porqué me dio en adopción. Ahora mismo ni siquiera sé si he nacido en Córdoba o en Palma", termina

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/14/espana/1292339055.html

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