Retales.. pinceladas de mi vida como madre... un compendio, espero que no muy anárquico, de videos, artículos, libros, imagenes, música, viajes, gastronomía, olores, sonidos ... que forman parte de mi identidad y también de la mis hijas.



Este Blog esta realizado bajo la licencia de creative commons, las imagenes que aquí aparecen así como algunos de los textos estan recogidos de internet en el caso de que alguno sea suyo y no desee que aparezca por favor comentenoslo e inmediatamente será eliminado

Many of the images displayed on this site are copyrighted, and are used here only for purposes of education . All rights are reserved by the artists who created the works referenced here.

domingo, 24 de octubre de 2010

Interculturalidad y Adopción internacional

 Fernando Barbosa, antropólogo, investigador y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
La conferencia se dividía en cuatro capítulos:



- Presencia (ineludible) de los factores culturales


- Conveniencia de manejar adecuadamente los factores culturales.


- Marco conceptual para la interculturalidad ( cómo definir cultura, etnia, raza, dinámica de relaciones interétnicas, el racismo, sus causas y consecuencias...)

- Decálogo de recomendaciones


1.- Presencia (ineludible) de los factores culturales.


La introducción fue un recordatorio de cuánto influyen los aspectos culturales, la “etnicidad”, los países de origen y destino con su historia y sus costumbres, con su cultura y sus creencias en todo el proceso de adopción. La raza, en realidad, es un término que sólo se justifica socialmente, pues no distingue ninguna realidad objetiva intrínseca al individuo.

Los bagajes culturales de padres e hijos y, sobre todo, las diferencias entre esos bagajes, van a influir poderosamente en las actitudes que se adopten por las dos partes durante el proceso de adopción. Pero las influencias no se circunscriben sólo a este ámbito personal, también es importantísimo el papel de las INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS: la familia interactúa constantemente con las instituciones. Por ejemplo, en el caso de la escuela, se puede inculcar a los niños un tipo de familia ideal o estándar que no contemple la posibilidad de la adopción, ni la familia monoparental; también le pueden faltar medios para la adaptación de niños que han comenzado su escolarización en un país lejano y con una lengua distinta.

La conclusión evidente, sobre todo a la vista tanto del rápido cambio en la composición de la población en Europa a causa de la emigración, como de las nuevas formas de familia que han irrumpido con fuerza, es que hay que prepararse para convivir en una sociedad mucho más heterogénea. Y, si no ignoramos nuestros orígenes, a nosotros no nos debería pillar con el paso cambiado, ya que formamos parte de un país construido históricamente sobre la heterogeneidad, tanto, que incluso esa heterogeneidad forma parte de la construcción estatal y nunca desaparece del debate político en España.




2.- Conveniencia de manejar adecuadamente los factores culturaleS.




Durante todo el proceso tendremos que superar dificultades que surgen a causa de los factores culturales, étnicos, religiosos, etc., que propician distintas actitudes por parte de hijos y padres.


- 1º: EN LA DECISIÓN: al principio del recorrido hay que responder a dos interrogantes entre todos los que resolvemos antes de decidir lanzarnos a la aventura de la adopción: ¿QUÉ PAÍS? y, a veces implícito en el anterior ¿DE QUÉ GRUPO ÉTNICO? Nuestros conocimientos sobre otras culturas son (a veces demasiado) limitados, y en realidad solemos responder a estos interrogantes comparando la dificultad en el proceso, el tiempo de espera, la adecuación a nuestras características como adoptantes, la facilidad (ya hay más de 2000 españolas de origen chino, casi la mitad en Cataluña).


En cuanto a las preguntas sobre el lugar de origen, se puede pensar que si tiene cierto “fenotipo” provocará más resistencias en su nuevo ambiente (durante toda la conferencia, el profesor Barbosa evitó referirse a la raza, por tratarse de un concepto basado más en las convenciones sociales que en la biología, puesto que son el resultado de la adaptación al medio climático, y habló de fenotipo, como concepto que clasifica los grupos de personas según su aspecto externo). Este miedo por no saber cómo le irá a un niño diferente en nuestro entorno es típico, y muchas veces el superarlo adoptando a un niño con fenotipo similar al nuestro nos hace olvidar que los rasgos es sólo una parte, y no la más importante, desde luego, del equipaje que trae el niño adoptado en su mochila (y yo añadiría que el problema de los rasgos al final es irresoluble, porque hace falta una casualidad absolutamente improbable para que el adoptado se parezca a sus padres, y no hablo de gestos ni actitudes ni ademanes).




 2º: EN LA TRAMITACIÓN. Se trata de un proceso complejo, con muchos vericuetos legales, muchas exigencias burocráticas que lo ralentizan y posibilitan que se acumule un exceso de información desordenada y poco contrastada, lo que da lugar a la ansiedad y la confusión.
A pesar de toda esta información almacenada, con la estancia en el país llega el choque cultural, el conocimiento de la imagen del país de origen de nuestro hijo y la inquietud que nos provoca asociar a nuestro hijo con esa imagen que nos llevamos. Esto al final se traduce en un miedo a no entenderse con el niño. Por supuesto, se trata de una imagen absolutamente superficial fruto del desconocimiento.


- 3º: DURANTE LA ESTANCIA. Los padres descubren el grado de socialización al que ha llegado su hijo, o sea, qué ha “mamado”, qué ha aprendido, qué costumbres tiene ya automatizadas. O, lo que es lo mismo, cuánto le ha marcado esa cultura o qué tipo de vida – familiar o institucionalizada- ha tenido el niño. Aquí la realidad vivida por nuestros hijos entra en conflicto con todos nuestros estereotipos e ideas preconcebidas sobre las otras culturas (igual nuestro hijo brasileño no sabe seguir el ritmo musical más elemental, o no quiere ver fútbol ni en pintura).


- 4º: EN LOS COMIENZOS. Al principio de nuestra nueva vida familiar podemos observar comportamientos que nos choquen y que procedan de pautas culturales aprendidas: hay que meditar qué hacer al advertirlos.
Lo primero es la salud, que, superados los problemas que pueda traer, no va a depender de su condición de adoptado ni de su origen cultural.

EL NOMBRE que trae el niño forma parte de su origen, de sus raíces y de su propio ser. Los padres han de valorar la necesidad o no de cambiárselo, y siempre es una buena solución mantenérselo en el primer caso como segundo nombre, para dejarle de cara al futuro una pequeña conexión con su país.


RELACIONES FAMILIARES, con ese concepto que tanto usan nuestros examinadores del TIPAI, la familia extensa. Los abuelos, que son un puente insustituible con nuestras raíces en las sociedades cohesionadas, deben formar parte durante todo el proceso, desde asimilar la noticia de la adopción hasta asumir también progresivamente estas diferencias culturales con sus nuevos nietos.


EL NIÑO HA DE ACOSTUMBRARSE PROGRESIVAMENTE A MUCHAS COSAS: pautas de higiene, de vestido, alimenticias, de relaciones físicas con amigos y con familiares (si está institucionalizado, nunca habrá monopolizado caricias y atenciones, y si vivió en una familia desestructurada, sus relaciones pueden haber sido opuestas a las de su nueva familia. También puede provenir de un país donde se hable más bajo, o más dulcemente, donde sea más o menos habitual que aquí el contacto físico, las caricias...)

Por supuesto, LA LENGUA, según la edad, presenta los problemas de adaptación, la posibilidad de conservarla...


LA ESCUELA: cómo presentarlo, la relación con los profesores para darles también información, y que no les hagan víctimas de sus propios estereotipos, en caso de tenerlos...


LA EXCLUSIÓN RACIAL: no se le puede dar la espalda, porque objetivamente es una actitud muy arraigada en nuestra sociedad. Hay que saber cómo responder a ella: NUNCA se debe evitar el tema, ni restarle importancia. Hay que concienciarse (y concienciar sobre todo al niño) de que no se desprende ninguna superioridad ni inferioridad de los diferentes rasgos fenotípicos, de los que, por tanto, no se puede uno avergonzar ni enorgullecer (tampoco es ningún mérito ser guapo ni ninguna torpeza ser feo). Hay que imponer el buen humor y fomentar la asertividad (o sea, la capacidad de mantener las propias convicciones sin variar camaleónicamente para congraciarse con el otro. Es bien sabido que a uno le señalan por su diferencia, pero se ensañan con uno sólo si con ello consiguen algo, o sea, si uno muestra signos de debilidad).


Por último, el profesor enumeró dos tipos de factores que inciden (por parte de padres e hijos) en el proceso. Los primeros, personales y de comportamiento, provienen de cada individuo, con su carácter y su bagaje íntimo, y los segundos, situacionales, culturales y étnicos, provienen del medio en que estos individuos habitan. Es conveniente meditar un poco sobre ellos.


FACTORES PERSONALES:

- Autopercepción, cómo se ve el individuo frente al mundo.
- Percepción del otro, del medio, de lo ajeno.
- Actitudes básicas frente a la vida.


Pautas de comportamiento:

- Talante: agresividad o conciliación.
- Habilidades sociales.
- Sentimientos y estructura afectiva.
- Filosofía particular de la vida y escala de valores.




FACTORES SITUACIONALES (que también están presentes en la constitución de las familias):


- Situación familiar.
- Situación económica.
- Situación residencial.
- Situación laboral.
- Sexo.
- Clase social y prestigio social.


FACTORES CULTURALES:

- Normas, prescripciones y prohibiciones.
- Estructura y jerarquía de valores.
- Roles y estereotipos por edad y sexo.
- Sistema de parentesco, familia y herencias.
- Factores de redistribución y relación social.
- Jerarquía, autoridad y prestigio.




IDENTIDAD ÉTNICA:

- Rituales y costumbres.
-Ciclos festivos






3.- Marco conceptual para la INTERCULTURALIDAD.

Éstas son las definiciones para los conceptos manejados:


CULTURA: se trata de un término muy gastado hoy en día. Es un concepto totalmente dinámico, y no un marco heredado ininmutable. Desde la antropología, la cultura es un mecanismo de adaptación, es aprendizaje, un bagaje que se transmite. La cultura es simbólica (remite siempre a otros significados) y está pautada (se basa en códigos que somos capaces de descifrar). La cultura nace de la interacción de las creencias de la gente, las instituciones y la sociedad en pleno con sus costumbres, y es un concepto tan dinámico que cambia diferencialmente (podríamos decir "transversalmente" a la escala social): no es lo mismo, en una misma sociedad, la cultura de un estamento social alto que la de uno más bajo, o del sector más joven o más maduro de esa misma sociedad (pon al abuelo a escuchar hip-hop, o que se lleve a su nieto adolescente a la representación de "La del manojo de rosas"). También varía según la ocupación, origen, religión... (nuestra sociedad actual admite en una misma cultura la convivencia de varias creencias e increencias).


LA CULTURA NUNCA ES CERRADA, permite- y practica- la renegociación constante, siempre se adapta al nuevo medio, siempre va cediendo cosas originales y adquiriendo otras novedosas para adaptarse a las circunstancias del presente.


RAZA: según Barbosa, es un concepto construido socio-culturalmente, que parte de la percepción y la valoración de los rasgos externos, para, a través de la identificación del otro y de la autoidentificación, llegar a la definición de grupos, a la exclusión o inclusión de los individuos en estos grupos y, por tanto, a la clasificación. Sin embargo, por lo que yo he visto, no está tan claro que las razas humanas no existan como tales: lo que sí que parece cierto es que no hay consenso sobre lo que son las razas, o sus límites (pensad en las clasificaciones variopintas, como la que se puede dar en el Estado de Israel, donde por ser árabe tienes tus derechos de ciudadano reducidos, cuando la poblaciones árabe e israelí proceden del mismo tronco y la diferencia es sólo cultural o religiosa, o en EEUU, donde a nosotros nos clasifican como latinos, o sea, de una raza distinta a nuestros vecinos franceses o marroquíes, pero igual a la de los lejanos indígenas del altiplano andino).


En lo que sí que hay consenso es en que LAS RAZAS NO DEFINEN NADA MÁS QUE RASGOS EXTERNOS, PROCEDEN DE EVOLUCIONES MUY RECIENTES Y SON SÓLO EL RESULTADO DE LA ADAPTACIÓN AL MEDIO FÍSICO. Por ejemplo, es muy difícil definir con precisión a partir del esqueleto, o incluso más difícil a través del ADN, a qué grupo humano pertenece un individuo.


Las clasificaciones de las razas humanas proceden del siglo XVIII, cuando el sueco Carlos Linneo agrupó a los hombres según el color de su piel. Posteriormente, el alemán J. Friedrich Blümenbach publicó en 1775 una clasificación en cinco razas: Blanca (o caucásica), Amarilla (o mongólica), Cobriza (o americana), Parda (o malaya) y Negra (o etíope).


Como es natural para la época, estas clasificaciones daban por sentada la superioridad de la raza blanca. A partir del siglo XIX, se desarrolla el capitalismo, que necesita de la expansión y la internacionalización del comercio para asentarse. De ahí procede el fenómeno del colonialismo, que significa un cambio por el que se crean sucursales de la sociedad por todo el mundo, para lo cual se necesita a la población indígena, pero, eso sí, sometida al tipo de vida que dicta la metrópoli:


Se trata del ETNOCENTRISMO, que aún sigue imperando hoy en día, y por el cual juzgamos a otras comunidades y hasta civilizaciones basándonos en nuestro propio patrón de desarrollo, cultura, costumbres, moral, etc. Y no sólo intentamos imponer ese patrón por todo el orbe, sino que somos capaces de juzgar a pueblos enteros por regirse por patrones distintos.


De ahí procede la XENOFOBIA, el odio o prevención ante lo extranjero (“extraño”). La xenofobia, según ejemplos que vivimos en España, con inmigración árabe, pero también turismo de lujo árabe, queda muy matizada o incluso desaparece cuando la situación económica es boyante.


RACISMO: atribuye sin ninguna base científica características naturales según las razas (características positivas para la propia y negativas para las ajenas). Esto sirve de coartada para justificar la desigualdad en el trato, el desprecio y hasta la agresión.


Hasta ahora han fracasado las políticas de integración, posiblemente por hacerse desde esa postura etnocentrista, y por hacerse, si no con desprecio, si con ese desprecio atenuado que es el paternalismo hacia los grupos étnicos o raciales desfavorecidos. El deber de los políticos es conseguir educar ciudadanos para el mundo en que ahora vivimos: un mundo heterogéneo por obra de la inmigración donde todos debemos concienciarnos y tomar una postura activa contra la generalización racista.


Por cierto, para el profesor Barbosa no se debe asimilar a los niños adoptados con los inmigrantes, pues los adoptados al crecer han perdido el contacto con su grupo étnico, cuya definición veremos ahora.

Las definiciones que enmarcan el concepto de raza desde un punto de vista biológico:
Genotipo: La clase de la que se es miembro según el estado de los factores hereditarios internos de un organismo contenidos en sus cromosomas, sus genes.
fenotipo: En Biología y ciencias de la salud, se denomina fenotipo a la manifestación visible del genotipo, en un determinado ambiente incluyendo su morfología, fisiología y conducta a todos los niveles de descripción.


ETNIA: se trata de un colectivo de personas que se ven a sí mismos y son vistos desde fuera como un grupo con una identidad colectiva coherente y transgeneracional (o sea, que pertenecen al mismo colectivo independientemente del grupo de edad) por las siguientes razones:


- Creencia en un origen histórico y un destino colectivo común.
- Prácticas culturales consuetudinarias y creencias específicas.
- Factores objetivos, como lengua, religión, territorio o valores comunes diferenciados.
- Factores subjetivos, como la conciencia de pertenencia, o sentirse miembro del propio grupo.


Como ejemplo de esta conciencia de pertenencia, nos recordó la última obsesión de S. Huntington, sobre el choque cultural en EEUU de los hispanos, a los que este autor considera parte del pasado, y un peligro para la identidad estadounidense, y el sueño WASP (White anglo-saxon protestants / protestantes blancos anglosajones) a los que tiene como la esencia de la nación y garantía de su futuro.


Los grupos, aún siendo los mismos, se perciben de forma diferente según las condiciones políticas y coyunturales (por ejemplo, si ejercen o no presión migratoria, según la cercanía de costumbres con otros grupos...), y, por supuesto, se perciben distinto desde dentro que desde fuera.


LA IDENTIDAD ETNOCULTURAL ES SIEMPRE RELACIONAL, es aprendida, pero varía históricamente, y es heterogénea y cambiante (totalmente dinámica).




4.- INTERCULTURALIDAD EN LA ADOPCIÓN: RECOMENDACIONES.


Toda sociedad es multicultural. El esfuerzo de integración no puede ser engullir ni homogeneizar, porque tampoco serviría para mucho. El camino es la integración mutua y multilateral que se lleva a cabo desde todas las partes.
La interculturalidad no se puede resolver encerrando a los distintos grupos en compartimentos estancos, sino que debe promover nuevas síntesis culturales, nuevos modelos que recojan todas las culturas que se heredan, porque esto no hace sino reforzar y renovar la herencia cultural. (Contra los esencialismos, fundamentalismos, etnicismos, choques religiosos e imposiciones de cualquier tipo).
Hay que creer en la universalidad de los hechos culturales, que se dan en todas partes y son necesarios para la supervivencia humana: hay que proteger y estimular cualquier manifestación cultural.






PARA EL MANEJO DE SITUACIONES Y FACTORES ETNOCULTURALES:


 EL NIÑO ES NIÑO, ANTES QUE CIUDADANO PROCEDENTE DE NINGÚN PAÍS: hay que tener en cuenta su situación concreta y facilitarle la adaptación de forma suave y progresiva.


- BASTA CON QUE TENGAMOS UN CONOCIMIENTO SUFICIENTE DE SU PAÍS. No hay que convertirse ni convertirle en experto, porque el niño va a vivir aquí. Es preferible la empatía y la curiosidad en los viajes, que facilitan un conocimiento directo (mucho más adecuado), que no una acumulación enciclopédica de datos.

 
- DEBEMOS PONER EL ÉNFASIS MÁS EN NUESTRAS HABILIDADES Y VALORES QUE EN NUESTROS CONOCIMIENTOS (saber escuchar, estudiar, comprender, respetar... Huir del etnocentrismo, pero también de su opuesto, el relativismo cultural: no necesito ser japonés para entender el kabuki)


- DEBEMOS SER CONSCIENTES DE QUE, PARA EL DE FUERA, NUESTRA CULTURA ES TAN EXTRAÑA COMO CUALQUIER OTRA.

 
- DEBEMOS INCULCAR (e inculcarnos) UN ESPÍRITU CRÍTICO CONTRA LAS SIMPLIFICACIONES FASTIDIOSAS (soy negro, pero no me gusta la mandioca, por no glosar un mensaje de Quico de hace unos días)


- SOCIALIZAR A LOS HIJOS EN LA CULTURA DE LOS PADRES. Va a ser el medio donde ellos se sentirán seguros, donde se desarrollarán.


- PERMITIR QUE LOS NIÑOS PUEDAN ACCEDER A OTRAS CULTURAS, por ejemplo, la de su lugar de origen, proporcionarles la base y las herramientas para que puedan educarse de forma flexible, dinámica, intercultural.


- NO EVITAR EL CONFLICTO (por ejemplo, el que les pueden suponer conductas racistas o xenófobas por parte de otros): afrontarlo y gestionarlo de forma positiva, pensando que se mejorará tras ello y la relación padres-hijos se reforzará (si le llaman chino, o lo que sea, desde el principio que sepa por qué, pero que entienda que no es peor por ser lo que es). De mi cosecha añado que no nos sintamos frustrados por no poder ser un superman ante nuestros hijos, capaz de librarles de todo mal.


- MEDITAR PARA DECIDIR CUÁL ES EL MOMENTO ADECUADO PARA LAS CUESTIONES CAPITALES (Historia, país de nacimiento, posible origen conflictivo...)


http://adoptaenrusia.iespana.es/Interculturalidad%20_y%20_Adopcion_%20Inter.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario